Arata Isozaki gana el premio Pritzker 2019

Arata Isozaki gana el premio Pritzker 2019

27 · 05 · 19

Durante mayo de este año se llevará a cabo la ceremonia de entrega del premio Pritzker 2019 en el Palacio de Versalles (Francia). Este galardón, conocido como el más prestigioso premio de arquitectura a nivel mundial, será otorgado este año al japonés Arata Isozaki por su  invaluable aporte al área, especialmente considerando el contexto en el que desarrolló su formación profesional.

Destacado como uno de los arquitectos más influyentes del Japón de la posguerra, Isozaki -de 87- años es reconocido por su larga, heterogénea e internacional trayectoria. Con más de 100 proyectos realizados en lugares tan diversos como Europa, Australia, Japón y el Medio Oriente, fue uno de los primeros japoneses en generar proyectos internacionales tanto para edificar en su país, como en el exterior.

Obras que combinan arquitectura, diseño y urbanismo

Isosaki tenía 14 años cuando Hiroshima y Nagasaki fueron bombardeadas. Al vivir muy cerca de la zona cero, creció en un lugar completamente asolado por la guerra, con una arquitectura prácticamente inexistente y, por lo tanto, con la necesidad urgente de reconstruirse.

Esto -probablemente- explica el hecho de que sus proyectos sean notablemente multidisciplinarios y con un gran enfoque en el usuario final de dichos espacios. Para Isosaki, la arquitectura es una forma de resolver problemas más que un medio de expresión de la estética o el estilo del proyectista. Esa es una de las grandes características de sus trabajos.

Construcciones como el Palau Sant Jordi en la Villa Olímpica de Barcelona 92, el Allianz Tower de Milán o el Ark Nova de Japón –un teatro inflable y transportable para llevar la cultura a las zonas asoladas por el terremoto y tsunami de 2011-, ponen en evidencia la heterogeneidad de su estilo y la importancia que tienen en su trabajo los espacios abiertos y versátiles.

Proyectos inmobiliarios: soluciones arquitectónicas para sus habitantes

Parte importante del legado de Isozaki es su visión sobre la disciplina: que la arquitectura responda -antes que todo- a las características propias del contexto en donde se desarrolla. En este sentido, para el japonés siempre ha sido necesario que los proyectos puedan crecer con sus usuarios, al mismo tiempo que puedan desaparecer al momento de completar su vida útil.

La clave es encontrar soluciones arquitectónicas innovadoras que ayuden a optimizar los proyectos inmobiliarios con el objetivo de satisfacer las necesidades en constante evolución de sus habitantes.

Para lograr este propósito, no solo es importante contar con una arquitectura de vanguardia, sin preferencias por determinados estilos o materiales, sino también reconocer la importancia que tiene la contribución de otras áreas como el diseño o el urbanismo –por nombrar solo algunas-, cuya acción en conjunto es lo que finalmente hace que estos espacios sean tan agradables como funcionales para vivir.

 

Arquitectos como Arata Isozaki han contribuido a consolidar la importancia de entender los proyectos inmobiliarios -a lo largo de sus distintas etapas- como un medio para mejorar la calidad de vida de las personas.

Esta visión ha tenido una gran influencia en la forma en cómo se optimizan los procesos de construcción o la preferencia por materiales apropiados para cada contexto, pero también en los modos en los que el proyecto final puede ser vivido de distintas maneras, según la interpretación de cada usuario.